La naturaleza está presente siempre, pero nosotros los seres humanos no sabemos escucharla ni vivirla. Cuando se produce el encuentro entre naturaleza y el ser humano; todo es radiante, única experiencia y vida; renacemos en nuestras almas y somos hijos de Dios, nuevamente. Esa es la armonía que perdemos los seres humanos.
Quiero decirte a ti, amigo o amiga, despierta en un mundo natural no te niegues, ahí está tu fuerza.